El mercado laboral se está comportando como un mercado de verdad: Existe mucha información disponible y como el Consumidor ─millenial que busca trabajo─ tiene muchas opciones para escoger, ¡decide! Por eso las empresas debemos aprender a «marketear” nuestra marca-empleador a un consumidor muy exigente.
Para ello, usaremos un simple modelo de marketing: QUIÉN, QUÉ & CÓMO:
- En QUIÉN debemos conocer a nuestros tres ‘C’ (3C) :
- Nuestro CONSUMIDOR, el profesional millenial en busca de trabajo, es: Optimista, pero pragmático y muy colectivista; i.e. cuida todas sus comunidades y se preocupa por el planeta. Construye relaciones y es compañero ─igual─ de sus padres. Para el millenial, el trabajo NO es lo más importante en la vida y, por eso, tiene carreras paralelas; e.g. estudio, trabajo, deporte, arte, etc.
- El COMPRADOR es el mismo Consumidor, pero al elegir un trabajo, considera “cuál es el propósito de la empresa”. Por ello, exigen coherencia entre decir, hacer y ser. En su relación con la empresa buscan cambios y aprendizaje constante ─a través de “experiencias” más que de conocimientos─. En su relación con el jefe, buscan igualdad y participación. Se comprometen más con su equipo de trabajo y, por eso, necesitan saber “con quién” van a trabajar y valoran el clima laboral. Finalmente, la tecnología es una “necesidad” –NO una herramienta de trabajo─.
- El CANAL, para este ejemplo, será la UP, pues es donde se encuentran la oferta (i.e. profesionales millenials en busca de trabajo) y la demanda (empresas buscando talento). La necesidad de ambos (UP y empresas) es contar con profesionales que: lideren con valores sólidos, tomen buenas decisiones (en base a análisis profundos y gestión de riesgos), y ayuden a generar valor para el negocio y la organización.
- En QUÉ, debemos trabajar en nuestro posicionamiento (Brand Equity) y tener una Oferta de Valor competitiva. Específicamente:
- Brand Equity: Qué queremos que nos respondan los millenials (postulantes) cuando preguntemos QUÉ es trabajar en nuestra empresa. Por ejemplo: Google podría ser “innovación con diversión”, P&G, “escuela de marketing con buena paga”, y Gloria, “agilidad y participación en la ejecución”.
- Oferta de Valor o Arquitectura de Marca-empleador:
- Promesa (beneficio): Nuestro punto diferencial podría ser, por ejemplo, empoderamiento y aprendizaje a base de experiencias (on-the-job), y nuestro punto de paridad la compensación ─que no es lo más importante para nuestro Target─.
- Razón por qué: Aquí lo más importante serán los testimonios y experiencias de empleados actuales y pasados, pues el Target investiga y le cree más a sus contactos que a la información publicada. Por lo tanto: Debemos priorizar el Story-doing sobre el Story-telling.
- Personalidad: Hoy el Target nos exige saber en QUÉ creemos (e.g. valores) y cuál es nuestra posición ante la sociedad (e.g. diversidad, inclusión, cuidado del ambiente, sostenibilidad, etc.).
- En CÓMO revisaremos el proceso de compra de nuestro Target en la UP en cinco pasos:
- Ver: Cuando le presentemos nuestra marca a los postulantes debemos asegurar Presencia (e.g. visibilidad sobre oportunidades de carrera) y Relevancia (e.g. casos de estudio en cursos con profesores alineados con nuestro Brand Equity).
- Investigar: Debemos hacer nuestra oferta de valor Lógica y Fácil de comprar; e.g. mostrar las posiciones de interés con expectativas claras sobre QUÉ
- Identificar: Una vez que el Target nos identificó como opción válida, debemos asegurar la Visibilidad e Impacto de nuestra marca, asociada a nuestra promesa y Brand Equity. Por ejemplo: Auspiciar proyectos, eventos o charlas.
- Mostrar interés: En esta fase es clave que el candidato tenga acceso a las áreas, posiciones disponibles y retos en cada una de ellas ─en línea con las necesidades mencionadas en el punto 1─.
- Seleccionar: Al igual que en un punto de venta tradicional, se necesita un buen balance entre Precio y Promoción para cerrar la transacción. En este caso, la oferta laboral debe promocionar un “proyecto de vida” y la compensación debe ser equitativa; i.e. lo que vale la persona y lo que vale el trabajo a realizar.
Por lo tanto, estamos ante un cambio de época y debemos “enamorar” a los millenials que están en búsqueda de oportunidades laborales: Entendiendo QUIÉNES son, QUÉ esperan de nuestro proyecto y, en el CÓMO, haciendo (story-doing) más que diciendo (storytelling).